"Candiles, linternas y faroles" iluminan el MSM
La luz ha sido elemento fundamental en la mina. Por ello, el Museo de la Minería y la Siderurgia de Castilla y León ha inaugurado una exposición que recoge los sistemas de iluminación de las minas a lo largo de la historia.Fue en el Paleolítico cuando se empezó a utilizar la luz artificial, distinta de la que proporciona el fuego. En paralelo al desarrollo de la agricultura se comenzaron a usar las lucernas, fruto de la evolución de las primitivas lámparas, gracias a la obtención de combustibles como el aceite de sésamo, el aceite de semilla de lino y, sobre todo, el aceite de oliva.
Serán los mineros romanos los que introduzcan de forma masiva las lucernas en las minas extendidas a lo largo de todo su imperio, aunque sí hay constancia de que ya egipcios, fenicios y griegos las habían usado. De este modo, en los siglos III y II a.C. los romanos, imitando los modelos griegos, las utilizan dando más altura al depósito y a las paredes y cerrando la parte superior.
Hasta mediados del siglo XVI las lucernas se continuaron usando a la par que las lámparas de arcilla, que consumían sebo de carnero o de caballo, y los candiles medievales. A partir de ese momento, estas lámparas comienzan a sustituirse por candiles de hierro, en nuestro país muy populares y fabricados por hojalateros, herreros y artesanos del metal; excepcionalmente se usaron metales más nobles como el latón o el bronce.
Durante el siglo XIX las lámparas dejaron paso a las linternas, totalmente cerradas y provistas de cristal que protegían la llama de las corrientes de aire. La aparición de las lámparas de acetileno dejaron atrás las viejas lamparillas de aceite de estas linternas.
La muestra, que ocupa el espacio "Rincón de luz" del Museo, recoge un total de 116 modelos de lámparas de todas estas épocas, todas ellas donadas por el coleccionista y estudioso de la iluminación minera Fernando Cuevas. Se podrá ver hasta el próximo mes de enero, con entrada gratuita y en el horario del Museo.