Observación de grullas en la comarca de la Hoya de Huesca

La singularidad de este enclave aragonés es que, es el último humedal que tienen las grullas antes de remontar su vuelo de regreso al norte de Europa, el último, antes de la cordillera pirenaica. Entre finales de febrero y principios de marzo, es cuando tiene lugar esta gran migración. La alberca de Alboré es un humedal estratégico para las grullas que necesitan descansar y reponer fuerzas a finales del invierno en su migración.
Para ver este espectáculo increíble donde es posible avistar una media de entre 5.000 y un máximo de 30.000 grullas diarias, se organizan salidas todos los fines de semana, en grupos reducidos, de acuerdo con los requerimientos de Sanidad exigidos en Aragón.
Para más información sobre la migración de las grullas puedes consultar este enlace.