Veranear en Pierre & Vacances, "una experiencia para repetir"
De Jerez a Manilva (Málaga) hay apenas una hora y cuarto de viaje, el tiempo que tardaron Patricia Padilla y sus tres hijos en llegar para disfrutar de un fin de semana único, “regalo de fin de curso total”, en el Village Club Resort Terrazas Costa del Sol, perteneciente a la cadena hotelera Pierre & Vacances y avalado con el Sello de Turismo Familiar. Eligieron el pasado fin de semana del 30 de junio al 2 de julio “porque ya los niños habían terminado los colegios y estábamos todos más relajados”. Patricia es socia de Asfanuca, Asociación de Familias Numerosas de Cádiz (integrada en la Federación Española de Familias Numerosas, FEFN), y vive en Jerez con sus 3 hijos: Paula (14), Lorenzo (13) y Javier (8). Reconoce que el fin de semana en el Terrazas Costa del Sol “ha sido una experiencia buenísima, desde luego para repetir. Los niños han pasado el fin de semana encantados, muy relajados”.Patricia y sus hijos han estado alojados en uno de los apartamentos del complejo, un resort de estilo andaluz que cuenta con todo lo necesario para que una familia sólo tenga que preocuparse de descansar y pasarlo bien: “Tiene de todo, un pequeño súper, restaurante, chiringuito, jardines para pasear con bancos para sentarse, 3 piscinas… Es el típico sitio para desconectar y estar tranquilos. Y el apartamento está fenomenal. Nosotros estábamos en uno de 2 dormitorios, uno con cama de matrimonio y otro con 2 camas. Y dos cuartos de baño, uno de ellos dentro de la habitación de matrimonio. Pero además, en el salón comedor había 2 sillones que eran también sofá cama, de modo que cabían 2 más. Y como las habitaciones eran amplias, entraría también una cuna perfectamente”, cuenta Patricia, que añade: “Yo creo que incluso hasta 8 personas podrían estar, si lo niños son chiquitillos”. Y el comedor cuenta con “una mesa con 6 sillas, y más sillas aparte para poder usar. Muy completo”.
La comodidad y confortabilidad es una de las cosas que más ha destacado esta familia gadita
na de su estancia: “En el apartamento estaba todo nuevo e impecable; la cocina, que era americana, integrada en el salón, tenía frigorífico, vitrocerámica, microondas, lavavajillas, menaje… En fin, todo lo que necesitas. Nosotros hacíamos los desayunos y las cenas en el apartamento, y las comidas fuera. El sábado nos fuimos a Málaga a ver el Museo Picasso y ya nos quedamos a comer allí, pero el domingo aprovechamos que pudimos quedarnos en las instalaciones aunque el apartamento lo dejamos a las 12:00, y comimos en el restaurante del complejo”.Una comida que, tal y como comprobó la familia, está perfectamente adaptada a los niños: “Había mucha variedad, y todo lo que a un niño le gusta, de modo que los padres no tienen que estar peleando con ellos para que coman: platos combinados, pasta, pizzas, hamburguesas… Y nos costó como unos 10 euros por persona”. Y como, a pesar de haber entregado las llaves del apartamento, el personal les animó a que se quedaran aprovechando las piscinas, Patricia y sus hijos les tomaron la palabra: “Hay tres piscinas, una para niños pequeños, otra redonda y otra tipo lago con una isla en medio y con chorros a modo de spa. Mis niños en las piscinas disfrutaron un montón, así que aprovechamos después de
comer para más baños, y a las seis o así nos tomamos un heladito, y para casa”.Y por las noches, se puede disfrutar “de unas vistas muy bonitas” del resort y del mar desde la terraza del apartamento, en la que hay también una mesa con sillas para descansar, relajarse y contemplar el atardecer. O bien acercarse al chiringuito a tomarse una copa o un refresco: “La única pega, que es mínima pero me chocó, es la hora a la que cerraban; a las 12 de la noche ya recogieron todo y nos invitaron a irnos… Y las cenas son de 20 a 22. Quizás es porque son franceses, pero en España es un poco pronto para unas vacaciones…”.
Este pasado fin de semana el resort estaba “lleno de familias; había muchísimas, muchas de ellas extranjeras. Y la animación estaba ya en marcha. La pena es que mis niños son un poco vergonzosos para esas cosas, pero yo no lo pensé y me metí en el aquagym, y entonces a mis hijos les daba vergüenza por mí”, cuenta Patricia con ese sentido del humor fino de los andaluces. “¡Pero a mí todo esto me enca
nta!”, añade esta madre de Jerez, y nos comenta que las animaciones cubren todas las franjas de edad: “Hay para niños de hasta 6 años, para niños de 6 a 13 y después para mayores, de modo que está muy bien pensado para todas las edades”.Y la única pregunta que le hicieron a Patricia sus hijos al partir del complejo de vuelta a casa, y con eso ya lo dijeron todo, fue: “¿Cuándo volvemos?”.